Apreciado lector, te puedo decir que no existen los mejores métodos en la oración, todas las formas de orar son buenas y cada uno debe encontrar la que más conviene según el querer de Dios y que más se adecúa a su momento espiritual concreto.
Lo importante antes que métodos es pedir la gracias de Dios, poner énfasis en lo importante que es el encuentro con una persona; Cristo.
Antes de buscar palabras y frases elaboradas, antes que verlo como una obligación o un compromiso, pide la gracia de un corazón que desee con sinceridad encontrarse con el amor de Dios.
Cara a Dios más vale una pequeña oración nacida del corazón de un hijo, que horas de plegarias recitadas desde un corazón vacío.
A la hora de orar es importante que estés seguro de que Dios no ha dejado ni dejará de amarte nunca, también quítate de la cabeza que la oración es una especie de obligación que acrecienta la Gloria de Dios porque no es así, somos nosotros los que necesitamos de la oración para permanecer cerca del manantial de la gracia y para que nuestra alma permanezca viva, unida como los sarmientos a la vid.
No existe el mejor método, ni el mejor taller de oración, cada uno debe encontrar el propio camino para relacionarse con Dios, todo es gracia y él actúa de manera diversa en cada corazón, él te irá guiando en la manera de relacionarse, antes de pedir orar de la forma que tú quieres, pide la luz para discernir qué es lo que él quiere de ti en esta etapa de tu vida.
Siéntete libre y disfruta tu tiempo con el Señor, más allá de formalismos y de estructuras, tu oración debe estar impregnada de buena voluntad, ora pidiendo al Espíritu Santo que te enseñe y ore contigo.
Deseo que encuentres eso que ansía tu corazón.
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