La Historia de la Salvación inicia con la elección y formación de un pueblo al que Yahvé le hace ciertas promesas que se cumplen en el tiempo, posteriormente en la plenitud de los tiempos con Jesús se inaugura un nuevo pacto, que cumple la promesa de liberarnos definitivamente del pecado y la muerte, Jesús en la cruz reconcilia en sí mismo a todas las naciones de la tierra.
La historia de este pueblo forma parte de la Revelación y fundamenta nuestra fe, como parte de nuestra historia personal y de nuestra responsabilidad con el futuro, nuestra relación con el judaísmo debe ser respetuosa. Po demos compartir y aprender de su riqueza espiritual.
“Reconocemos que el pueblo judío y sus Sagradas Escrituras ocupan en la Biblia cristiana un lugar de importancia extraordinaria y que la escritura semita constituye una parte esencial de la Biblia cristiana y está presente de múltiples maneras en el nuevo Testamento. Sin el Antiguo Testamento, el Nuevo sería un libro indescifrable, una planta privada de sus raíces y destinada a secarse ”(Pontificia Comisión bíblica,El pueblo judío y sus Escrituras sagradas en la Biblia cristiana, No 84)
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